Los famosos crepes vienen de Francia, concretamente de Bretaña, aunque hoy en día se consumen en todo el mundo. Una receta sencilla y muy versátil, ideal para comer como plato principal o bien como entrada. En otros lugares, la masa del crepe lleva el nombre de «panqueque».
Mezclar los huevos, la leche y el aceite. Incorporar los ingredientes secos cernidos y unir. Dejar reposar durante 30 minutos en la heladera. Transcurrido ese tiempo, calentar una sartén untada con manteca y armar los panqueques, cocinándolos de ambos lados.
Para el relleno, colocar en un bowl la ricotta con la crema de leche, el queso en hebras y las hierbas bien picadas. Mezclar bien y salpimentar. Rellenar los panqueques.
Colocar los crepes en una asadera rectangular y rociarlos con crema de leche y espolvorearlos con queso en hebras. Gratinar en un horno medio a fuerte 200°C hasta que esté dorada la superficie.
Se pueden acompañar los crepes con salsa de tomates.