La musaka (o moussaka) es probablemente uno de los platos más populares de la gastronomía griega, y consiste en un delicioso pastel elaborado con berenjena, carne de cordero y salsa bechamel que se gratina en el horno con queso.
Picar la cebolla y los ajos y rehogarlos en una ollao sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando la cebolla se encuentre transparente, añadir el pimentón y el tomate rallado. Rehogar el conjunto hasta que el tomate quede bien cocinado. Luego, añadir la carne picada y continuar rehogando. Una vez que la carne comience a tomar color, incorporar el vino blanco y condimentar con las especias. Dejar cocinar a fuego suave hasta que se haya evaporado el líquido del sofrito.
Mientras se termina de cocinar el relleno, preparar las berenjenas: para ello, lavarlas bien bajo la canilla y cortarlas en láminas longitudinales de medio centímetro aproximadamente. Cocinarlas por ambas caras en una plancha o sartén antiadherente con unas gotas de aceite de oliva.
Cubrir una fuente para horno con la mitad de las láminas de berenjena ya cocidas. Luego, extender sobre las berenjenas la mitad del sofrito de carne elaborado anteriormente. Colocar el resto de berenjenas y, sobre éstas, la otra mitad del sofrito.
Cubrir la musaka con la salsa bechamel y espolvorear con queso rallado. Introducir en el horno, precalentado a 180ºC, hasta que la superficie quede bien dorada.
Puede reemplazarse la carne de cordero por carne vacuna.
En la cocina vegetariana se la puede asociar muy bien como una "lasagna" de vegetales por su preparación en capas y sin el aporte de carne.
Gratinar apenas unos minutos en la parte baja del horno es la mejor opción para terminar la cocción antes de servir.